Patatas con costillas

El otro día preparé unos costillares en salsa al whisky, pero había comprado más de la cuenta y le pedí al carnicero que me troceara medio costillar. Lo preparé con esta riquísima receta que me trae muchos recuerdos del pasado. Cuando era joven (hace mucho tiempo, claro), tuve un novio cuya madre había enseñado a preparar esta receta, así que cuando las preparábamos, rivalizábamos a ver a quién le salían mejor. Durante mucho tiempo tuve la receta apuntada en un papel, pero ya no está, debe ser que en mi última mudanza decidí tirar las recetas antiguas (¿por qué?) así que esta sale de mis recuerdos y no sé si es muy fiel o no, pero la verdad es que estaban buenísimas.

Ingredientes (Cantidades aproximadas)
- 1/2 kg de costillas de cerdo troceadas
- misma cantidad de patatas
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 5 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco
- 1 vaso de caldo de carne (o de agua y 1 pastilla de concentrado de carne)
- 1 cucharada de pimentón de la Vera
- Sal y aceite
- Perejil
Preparación
pelamos los ajos, ponemos 2 de ellos, la cucharada de pimentón y media cucharadita de sal en el mortero y lo machacamos bien

untamos con la mezcla las costillas y las dejamos macerar mínimo media hora, mejor si son 2.

Pasado el tiempo pelamos y partimos las patatas chascándolas.

Troceamos el pimiento y el resto de los dientes de ajo

Medimos el vino y el caldo, si no tenemos caldo, disolvemos una pastilla de caldo en un vaso de agua

Ponemos una cazuela de base ancha al fuego, con un chorro de aceite virgen extra y echamos los ajos

cuando empiecen a dorar, añadimos los pimientos y sofreimos bien

añadimos las costillas al sofrito y mezclamos bien

dejamos unos minutos hasta que las costillas estén doradas para que tengan un color bonito, vamos removiendo de vez en cuando. Cuando veamos que ya están a nuestro gusto, añadimos las patatas a la cazuela

Removemos bien para que las patatas cojan todo el sabor del sofrito

añadimos el vino y el caldo y removemos bien, moviendo la cazuela hacia los lados. Añadimos un poco de perejil. Ponemos a hervir y cuando rompa el hervor, bajamos el fuego a la mitad y dejamos hervir durante 30 minutos. De vez en cuando removeremos, pero para evitar que se rompan las patatas, movemos la cazuela en alto en lugar de remover la comida. Pasado el tiempo, comprobamos si las patatas están en su punto. Usamos una cuchara para comprobar si están en su punto. También comprobamos el punto de sal y rectificamos si hace falta.

Y ya está listo para servir. Seguro que os va a gustar, ya me contaréis.